sábado, 28 de septiembre de 2013

La Camorra


Mi bisabuelo, Silverio Ariza, vivía con su mujer y sus hijos junto al río Genil. Tenían una huerta en un pequeño caserío al que llamaban "La Camorra".
Eran unas cuantas casas con terreno fértil, de huerta.
Pocas casas pero mucha gente. Todas las familias estaban formadas por muchos hijos y se vivía con la alegría que solo tienen quienes no aspiran a más. Se trabajaba, se reía, se hacían fiestas; los jóvenes se emparejaban, la vida era plácida y sin más sobresaltos que los de la vida cotidiana.
A las gentes que vivían allí se les conocía como "Los camorreños", aparte del mote familiar.
Iban y venían a pie al pueblo, algunos cada día. Pasaban el río en la barca. También solían ir a Rute y al resto de las cortijadas que se repartían a lo largo del río.
De las historias que he escuchado en mi casa las más felices, las anécdotas más divertidas, los tiempos más gozosos, los personajes más pintorescos, pertenecían siempre al mundo de La Camorra.
Mi madre y mi tío Antonio pasaban allí, con sus abuelos y sus tíos, largas temporadas. Cuando sus padres los reclamaban desde su casa en el pueblo hacían lo posible por escabullirse y quedarse unos días más.
A veces mi madre necesitaba un vestido para alguna fiesta pero era su abuelo el que iba a buscarlo por temor a que no la dejaran volver. Mi bisabuelo iba con el encargo apuntado en un papelito: "el vestido de flores colorás que está colgao en la caña debao de la escalera".

En los años 30 habían aparecido por allí unos coches con gente extraña, que medían, calculaban, dibujaban. Preguntados por lo que hacían respondieron que estaban estudiando aquel emplazamiento para hacer un embalse.
Nadie lo tomó muy en cuenta y menos mi bisabuelo que decía que él se moriría y no lo vería hecho.

Pero llegó  la fiebre franquista de los pantanos.
Y llegaron los hombres y las máquinas y empezaron a construir un embalse que habría de convertirse en el más grande de Andalucía.
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Desviaron el río para poder construir el embalse en la parte más estrecha, donde estaba la Sierra del Camorro. Expropiaron las tierras que necesitaban. Donde había estado la Camorra desescombraban cantidades ingentes de tierra. Fueron las primeras e imprescindibles expropiaciones. Sus habitantes tuvieron que dejar sus casas a cambio del exiguo pago por lo que había sido toda una vida.

Los caseríos que estaban en lo que después sería el centro del embalse pudieron ser habitados hasta casi el último momento: El Remolino, El Membrillar. Tanto es así que, cuentan quienes lo vivieron, algunos tuvieron que correr en el último momento para salvar enseres que tenían aún en las casas.

Como anécdota, del Remolino habría de emigrar la familia del que después sería, aunque brevemente, Molt Horonable President de la Generalitat de Catalunya, José Montilla.

El hacer pantanos e inaugurarlos llenaba los NODOS y daba una propaganda de modernidad a un régimen criminal y anacrónico.
El embalse de Iznájar, entre las provincias de Córdoba, Málaga y Granada  se inauguró el 3 de junio de 1969 con la pompa y el boato propio de la época. En el reportaje del NODO se ve el embalse rebosante de agua y la presa rebosante de gente de todos los pueblos de alrededor. Mi familia y yo, desde nuestra casa a mil kilómetros, asistimos a la retransmisión que hizo la televisión (la única en aquellos momentos).

Detrás de esa historia pomposa, de crecimiento y modernidad, había dramas personales. Desarraigos, tristezas insuperables.

Mi bisabuelo se fue a vivir al pueblo cuando tuvo que abandonar su huerta, su "Ribera Alegre", pero nunca pudo superarlo. Prefirió hacer mutis cuándo y cómo quiso a vivir de una manera impuesta. Dejaba este mundo siete años antes de que lo que había sido un valle feliz fuera un mar que enterraba vidas.



Imágenes: fotografías personales y fotografías del foro de Cuevas de San Marcos. Años 30???, 50, 60 y actual.

2 comentarios:

  1. Un documental precioso a la par que biográfico.
    Besos.

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    1. Hay más historias sobre la Camorra. Ya las iré contando.
      Abrazos.

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